Somos distintos  

Posteado por mi, o sea: ☀Pau☀


Hace algún tiempo mi amigo Silvio interesado en conocer detalles de mi forma de vida lejos de los pagos me preguntaba si alguna vez fui a ver un partido de los Heat (el equipo de basket de Miami). Bueno, la respuesta fue no pero me dejó pensando en cómo se percibe desde lejos las cosas que le pasan al otro. Si en vez de preguntarme por los Heats me hubiera preguntado por los Dolphins o los Marlins también le hubiera dicho que no pero habría tenido más argumentos (si hay alguien en la sala que conozca las reglas del béisbol, disfrute del juego y sea fanático de algún equipo no le creo).

Me viene pasando cada tercer jueves de noviembre que, además de ser el Día de Acción de Gracias y no se va a trabajar, también es una fecha cercana a las finales del football americano, así que hay como una euforia y una algarabía de banderines y tipos calientes porque le robaron un resultado o se le lesionó un jugador… pero dentro de toda esa efervescencia yo no estoy, lo miro desde afuera, no lo entiendo y hasta me parecen como nenes peleando por cuál héroe tiene mejores poderes.

Igual mis vecinos no entienden la pasión por el fútbol, les parece inaceptable que jueguen una hora y media y hagan 1 gol ó 2 y hasta a veces ninguno. Hasta Obama en esta foto está pensando "¿Con las minas que hay en este país, me tenían que regalar una remera firmada por 11 tipos"


Pero la otra cara de la moneda es cuando el que llega a otras tierras intenta modestamente ser un mensajero de las costumbres entre las que se crió y dá ganas de mostrarlas para matar algunos prejuicios (que Latinoamérica no es un solo país y que no se parecen en nada, que en Argentina no usamos sombreros mexicanos ni bailamos como Daddy Yankee, que Buenos Aires es una ciudad comparable a las grandes capitales del mundo, que hay una movida cultural fuertísima, que hace siglos abandonamos el primitivismo que sigue habiendo en África, etc. etc. etc.) entonces les mostramos fotos, les hacemos conocer cine, tango y rock del bueno, los tratamos de integrar cuando hay algún asado y que prueben nuestro malbec, nuestras empanadas, nuestras facturas y todo eso que nos tiene sanamente orgullosos.

La verdad que lo que se puede hacer no es mucho pero tenemos grandes aliados: los profesionales.

Es que desde que alguien corrió la bola de que los profesionales argentinos son competentes y baratos es común encontrar contadores, enfermeras y publicistas argentinos por todos lados. Y los publicistas (aunque insistan en llamarse publicitarios inisisto en llamarlos publicistas) son excelentes ejemplos. Los tipos traen una formación académica de muy alto nivel, tienen el training de sacar ideas creativas con poca plata y vienen muy estimullados de un ámbito donde todos los días ven muy buena publicidad en la calle, en las revistas, en la radio y en la tele.

De este modo, se ha conseguido sostener la idea de que la publicidad argentina es alto nivel. Pero lamentablemente el común de la gente no lo sabe ni tiene cómo comprobarlo. Podemos llenar las vitrinas de las grandes agencias con Clíos y Cannes, pero a la hora de demostrar de qué estamos hechos: ¿Somos grandes campeones con dificultades para clasificar, o estamos muy adelantados para nuestro tiempo?

Aquí va un ejemplo de una serie de comerciales que vienen haciendo hace años, pa'que analicen y saquen sus propias contusiones:



FICHA TÉCNICA
Cliente: Kendal Toyota
Agencia: González
Director: Claudio González
Talento: Michael González
Camarógrafo: Claudio y Michael González (depende de quién esté frente a cámara)
Iluminación: La Sra. de González
Guionista: Ausente con aviso

Gente 3: Mi Jefe  

Posteado por mi, o sea: ☀Pau☀

Todavía estoy en la duda de si este post se tiene que llamar como se llama o: Blogs Vacíos. Bueno, en los últimos 10 minutos ya le cambié el nombre un par de veces, creo que la decisión final será al azar y la tomaré medio segundo antes de apretar el botoncito naranja de "Publish Post".

Igual voy a hablar de las dos cosas: de mi jefe y de los blogs vacíos. Mi jefe no tiene la culpa de parecerse a Mr. Charles Montgomery "Monty" Burns pero al menos podría hacer el esfuerzo de no ser tan mala onda.



En los años 90, en plena buenaria se le murió la mamá. Oh! qué pena dirán muchos, vamos repitan conmigo: Oooh-queeé-peee-naaa. ¿Y usted señor? Sí, el del saquito verde ¿no se lamenta con nosotros? Ahhh, el señor es el hijo de la difunta pero no se lamenta tanto porque la susodicha le heredó una pequeña fortuna y como él sabe disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, acababa de comenzar su buenaria.

Repito: una pequeña fotuna. No gran cosa pero lo suficiente para que se le suban los humos a la cabeza, se compre un descapotable y se despierte en su entonces temperamento de empleado, todo su potencial latente de engreído, intratable, arbitrario, irrespetuoso, incoherente, pretensioso, ventajero, aprovechador, difamador, altanero, desconfiado, sobrador, temerario y malhumorado. Ojo: no tiré adjetivos feos porque sí, atrás de cada uno de ellos hay por lo menos una historia que lo justifica.

Una joyita el caballero. Bueno, en realidad una joyita le dejó la mami porque entre los bienes que heredó había un reloj del tiempo de la guerra con aplicaciones en oro. Era más caro por viejo que por el oro que tenía, pero alguien le avisó a este señor que vendiendo ese reloj en subastas de antigüedades podía comprar otras cosas antiguas de menor valor, restaurarlas, revenderlas y comenzar así una cadena comercial.

Mal no le fue, más que nada porque comenzó con un buen capital inicial, así que invirtió en un local grande (desde donde paso mis días sonriendo al público o blogueando y bostezando cuando no hay a quién sonreírle), bien ubicado en una zona típica de casas de antigüedades.

Bueno, tiene miles de detalles de jefe insoportable que me los paso enumerando en silencio y pensé que los iba a escribir acá pero me parece que sería más un exorcismo que una anécdota. Lo que sí me dejó maravillada es la liviandad con que propone cosas incorrectas, como si no estuvieran mal o pensara que una es tan idiota que no lo va a notar.

Por ejemplo, si tiene que pedirme como favor que las horas extras de un sábado que vine se las facture en vez de pagármelas como extras, me dice "así vos pagás los impuestos y me evito yo meterme en esos gastos". ¿Falta de picardía para pedir, descaro o se caga en la gente? Bueno, de idioteces como esas hay unos pocos miles pero la más rara de todas fue la que me dejó dudando sobre el nombre de este post: Blogs Vacíos.

Mi jefe siente que como lleva casi 10 años en el negocio de las antigüedades, ya se ha convertido en una eminencia, entonces llegó la hora de pasar toda esa sabiduría a las nuevas generaciones. Con ese fin abrió un blog donde habla de cuánto entiende del negocio. Y lo tiene muerto de la rabia que ya pasaron 3 meses desde que abrió el blog y todavía nadie lo visita y nadie le deja comentarios. Entonces me pidió que visitara ese blog seguido, no para aprender de su preclaridad sino: ¡¡¡para dejarle mensajes!!! No entré ni una vez (y no pongo acá un link a su blog para que nadie se tiente de visitarlo), y no sólo que me lo reclama sino que me pide que me invente varias identidades para que parezca que hay muchos comentaristas. ¿No es patético?

De algo me sirvió la estupidez de este adinerado pusilánime. Me di cuenta de que la gente abre blogs y que después pasan cosas que nunca nos vamos a enterar (otras sí)… que los blogs se abandonan y ahí quedan. Una puede pasar por el blog del chino, dejar un comentario y saber que el chino no está ahí para reírse, quejarse, enojarse, suprimirla, amenazarla con abogados por acoso ni nada. El chino no está.

Hay otros que apenas pasaron del primer post. Y hay otros que apenas abrieron su blog, se eligieron un nombre, le manipularon la estética, propusieron una unidad temática, prometieron futuras publicaciones y ahí murió todo el entusiasmo inicial.

Son blogs que existen, pero no para el dueño ni para el lector. Entonces me retiro a mis aposentos con verdaderas dudas existenciales:

Qué cuernos es la existencia si debo admitir que lo que transcribo a continuación existe.


Páginas doradas, tiempos dorados  

Posteado por mi, o sea: ☀Pau☀

Vuelvo a aclarar que tengo 26 años (27 en dos meses, no tres, bueno no sé, miren el contador de la izquierda). Aclaro eso porque cuando una entra a comparar las cosas actuales con cómo era todo en otra época ya empieza a parecer vieja. Sinembargamente, voy a comparar.

Hace unos años atrás era más común que la gente tuviera teléfono fijo y no celular. Y ni que hablar de e-mail.

A pesar de que las comunicaciones eran más rudimentarias existía una herramienta de vital importancia: La guía telefónica.



Es verdad que esos libracos se pusieron incómodos por gigantes, pesados y anti-ecológicos y también es cierto que los motores de búsqueda nos tienen acostumbrados a encontrar información sin recurrir a listados interminables o a depender de no pifiarle con el orden alfabético. La cosa es que se modernizaron también las páginas blancas y las páginas amarillas en páginas web (qué curioso: el huev también es blanco y amarillo) pero no se modernizó la información.

Hoy en día la mayoría de la gente tiene como primer número el celular y ya muchos ni siquiera tienen teléfono fijo en la casa pero la guía telefónica sigue siendo (al menos mayormente) de teléfonos fijos. Y lo que es peor: si alguien quiere dar con el celular de una persona a la que le conoce el nombre, el apellido y la dirección no hay manera. Y ni que hablar de e-mail.

Antes uno buscaba los números de teléfono de los famosos en la guía igual que buscaba la palabra culo en el diccionario. O se podía elegir víctimas cuidadosamente por sus apellidos para hacerles llamados idiotas:

– ¿Habla la señora de Parada? Siéntese entonces.

Estaría buenísimo que exista la guía del teléfono celular o la guía de los correos electrónicos, pero los últimos tiempos empezó como una histeria con el tema de la privacidad: todos tenemos celular, uno o más correos electrónicos, facebook, blog, fotolog y pochoclog pero nadie quiere compartir la información privada, todos se cuidan para no "exponerse" demasiado. Pertenecemos a varias redes sociales y comunidades virtuales pero usando seudónimos (antes los alias eran de uso exclusivo para los delincuentes y los jugadores de fútbol). Así que aunque en Facebook tengamos un listado de 354 amigos, nuestro celu que no salga publicado en nuestro perfil. 

A todo esto, los editores de las antiguas y aún útiles guías telefónicas nos contestan con un prolongado y estúpido silencio. Ya no parece que están tomando envión para arremeter con todo en breve sino que se retiraron admitiendo que los atropelló la modernidad.

Ellos quedaron pasmados, verán cómo lo resuelven pero a mi que alguien venga y me cuente en qué consiste ese jueguito de estar muy muy muy conectado pero que nadie acceda a nuestros datos.


Gente 2: Gonzalo  

Posteado por mi, o sea: ☀Pau☀

Siempre me llamó la atención esas películas y esas series de televisión donde el protagonista consigue estacionamiento en la puerta del lugar donde iba, sale del auto en un solo movimiento, y en tres saltos está frente a su víctima (o su protegido) para decirle dos palabras convincentes, divertidas e irrefutables.

¿Ese tipo que sale triunfante de todas las situaciones sólo existe en la ficción? No no no. Damas y caballeros: han conocido ustedes a Gonzalo.

La primera vez que lo vi estaba sentado a cinco alumnos de distancia en la secundaria. Era el más fachero de la clase: pelito lacio largo, sonrisa permanente, ojos claros de mirada profunda y una expresión de que estaba pensando alguna broma. Me pareció tan lindo que no me di cuenta de que su nariz tenía como un codo en el medio. Pero eso el año siguiente ya no estaba, ahí me di cuenta de que el joven estaba dispuesto a invertir unos pesitos en ser perfecto.

Éramos unas tres o cuatro las idiotas que nos babeábamos por Gonzalo y llegué a odiar a Alaska (no me pregunten el nombre pero a esa chica la llamábamos así). La loca le permitió ser su valijita y él la llevaba de un lado para el otro y no porque se hubiera enamorado como un adolescente, bueno era un adolescente, sino porque el culito de Alaska aportaba a su imagen de ganador. La mirada de Gonzalo lograba convertir en transparente todo aquel ser que no tuviera grandes chances de ser perfecto, integrar su núcleo era imposible pero muy muy esperado. Yo sabía que era un hijodeputita pero me tenía boba.

Con el tiempo se dieron tres accidentes: amigos de amigos de Gonzalo eran amigos míos y andábamos por los mismos lugares, Alaska se fue a otra escuela y yo (sin saberlo) era la segunda de su lista. Bueno, lo que sigue es una historia de amor, es ridículo seguir contando como se dieron las cosas pero Gonzalo no era tan guacho sino que era un winner descontrolado.

Ni siquiera se proponía ser un ganador. Pero atrás de esa imagen avasallante de tipo que no se despeina en el huracán descubrí un buen compañero, un amigo incondicional, un tipo inteligente y… ejem… un buen amante y… luego un esposo. Bueno, me casé enamorada de Gonzalo, era imposible no enamorarse de un chico tan… tan… tan todo. Nunca se le pasó una fecha, ha sido muy galante y muy generoso, romántico. Y sus genes ganadores eran auténticos, el loco no andaba en ningún negocio raro, no tenía contactos que le facilitaran las cosas pero le salía todo bien. Nunca lo vi masticando chicle pero siempre tenía aliento a menta. Nunca lo vi arreglándose el pelito pero siempre lo tenía perfecto. Nunca lo vi haciendo colas ni colándose ni sobornando para entrar pero en la puerta de todos los boliches, restaurantes, bancos y lugares para hacerse el documento, Gonzalo se acerca a la entrada, hace un par de preguntas a alguien de la puerta, conversa unos minutos y lo atienden.

Gonzalo es de esos que llega a otro país (dato real en Chile) y ya en el aeropuerto se le acercan desconocidos para ofrecerle traslado a cuenta del hotel (y sin haber hecho reservan en ningún hotel). Debe ser porque el loco tiene pinta de celebridad, se ve como una mezcla de actor de telenovela juvenil con empresario emergente pero en la vida real es un simple oficinista que ha escalado puestos lentamente, sin pisar cabezas y a fuerza de sacrificio. Así y todo (ya casados) consiguió el máximo galardón laboral de toda su carrera: el traslado a Miami.

Lo conversamos mucho durante mucho tiempo. Aceptar el traslado era el sueño de su vida y casi no se interponía con el mío que era recibirme en Bellas Artes. Digo casi porque si se hacía el traslado en ese mismo momento yo tenía que interrumpir mi carrera pero ahí apareció el hombre que conquista el mundo con su sonrisa y el poder de la palabra y postergó su traslado un año.

Bueno, ya en Miami, con esposa recibida el caballero del buen puesto de trabajo no exigió a la señora que se consiguiera un empleo de lo que fuera sino que se tomara el tiempo que fuera necesario en encontrar algo de su especialidad pero, para no dejarla decaer ni aminorar su imagen de marido ganador: ella "podía" (tenía que) pasar unas horitas diarias en el gimnasio para seguir siendo objeto de deseo y de imagen del marido. No me quejaba mucho al principio, después de terminar los estudios tomarme mi tiempo para aclimatarme a Miami hasta conseguir un buen empleo y mientras tanto hacer buena vida no era para quejarme. Peeeeeero…

Comencé a conversar con desconocidas del gimnasio y una joven indiscreta prometió delante mío (por no conocerme) que iba a convertirse en la próxima víctima de ese joven que ya se había cojido a todas las atorrantas del gimnasio. Dicho en castellano antiguo: Gonzalo me estaba cagando.

Al deshacerse la madeja aparecieron en el historial del maridito feliz otras señoritas miamenses y atando cabos y llevando el cronómetro para atrás aparecieron otras en Argentina. El muy guacho se acostó con todas mis amigas y las muy guachas formaron una red de encubrimientos perfecta que duró años y kilómetros hasta que se destapó la olla. En resumidas cuentas: desde Alaska hasta Miami, el Gonza se cojió a todas mientras yo recortaba figuritas como el viejo Matisse o me preocupaba de que mis tríceps no se ablandaran.

El resto también vamos a hacerlo rapidito: bronca, llantos, vergüenza, divorcio, juicio y paquete de guita para la tontorrona que soñó que esa naricita de Photoshop podía traer al mundo una nueva generación de winnercitos.

De esto pasaron ya 3 añitos, el joven Gonzalo subió casi 10 kilos, perdió el empleo y el pelo, sus amiguitas se casaron y su ex esposa aprendió a ganarse la vida, a elegir mejor a sus amistades, a no necesitar de una catarata de éxitos para sentirse bien, a soñar nuevamente con el amor y a contar algunas indiscreciones en un blog (más que nada para que alguien le mande saludos a Gonza y le cuente que sin él se vive mejor).

Tecnología del Carajo  

Posteado por mi, o sea: ☀Pau☀

Dedicado a mi querido amigo Capitán Pelela
(sin más razón que sus muestras de afecto, compañerismo y su cuota social al día)

Tal como lo advirtió el Presbítero León Sebastiangelli: voy a seguir hablando de gente. Hay personas que significan algo importante para mi (bueno o malo) y otros que simplemente tienen alguna característica que me llama la atención. En todo caso no tengo planes de criticar a nadie ni de corregir a nadie. Vivo cosas, las observo, me repercuten, las escribo y las comparto con todos (empezando por los mencionados).

Pero relájese León, voy a seguir hablando de gente pero no hoy. Hoy voy a hablar de tecnología. Y no de cualquier tecnología sino la telefonía celular contemporánea, sólo que como ya hay muchos blogs que muestran las últimas maravillas y mucha gente que entiende más que yo y muestra desde las genialidades hasta los puntos débiles de esos juguetitos, yo me dedicaré a hablar sobre los teléfonos malos.

Teléfonos baratos, ordinarios, de baja calidad o caros pero malos hubo y habrá siempre y esfuerzos criollos por sacar productos locales desde países menos industrializados también. Pero teléfonos criollos no hubo jamás (creo). Por eso señores, todos de pie y reciban con un fuerte aplauso al primer teléfono de tecnología y manufactura 100% venezolana: El ZTE 366, popularmente conocido como "El Vergatario".

La verdad que no se si es tan motivo de orgullo, ni si es sólo venezolano o si generó 15.000 nuevos puestos de trabajo, lo que sí se es que el nombre no se lo puso la gente en joda, se lo puso (en joda) el mismísimo Señor Presidente de la Bolivariana República. El tipo en su plan de mostrarse como un venezolano más, canta en las reuniones, es campechano y cuando se enoja prepotea como desde una esquina. La cosa es que a este aparatito decidió apodarlo como si dijéramos la maravilla, la genialidad, la última chupada del mate, la última Coca-Cola del desierto, el teléfono del carajo y eso en venezolano se dice: la verga.

¡Orden en la sala! La señora ruborizada de la tercera fila siéntese que estamos hablando de diplomacia y tecnología. Caballeros dejen de hacer chistecitos por lo bajo y de mirarse con cara de cómplices que ya los chistecitos por lo bajo los hizo el mismísimo Señor Presidente, etc. etc. o sea Chávez. Lo simpático es que esos chistecitos los hizo con alguien que no se si es un ejecutivo o un funcionario del gobierno chino y después cuando tuvo que presentar oficialmente el teléfono orgullo criollo, Chávez no podía mantenerse serio. La palabra vergatario lo tentaba como travesura de nene chico y mostraba el telefonito como si fuera una joda que nos está haciendo a todos.

Me pregunto qué le comentará a sus amigos el dirigente chino de su experiencia por Venezuela (¡¡No sabés, me sentaron en una mesa protocolar con el presidente al lado y la pintura de un prócer atrás y nos cagamos de risa con un telefonito con nombre pornográfico!!!).

Atrás de todo eso, hay que reconocer que el gobierno puso en el mercado local un aparatito que hasta la gente más humilde podrá tener y para que nadie lo use para hacer bromas telefónicas, el teléfono mismo es una.

Señoras, Señores, Miembros (con perdón de la palabra) de la Asociación Cooperadora: me retiro con un fuerte dolor de cabeza pero los dejo en compañía del más divertido de los maestros de ceremonia que arrojó la diplomacia de los últimos tiempos:

"Chávez y su numerito titulado "El Vergatario"

Gente 1: Germán  

Posteado por mi, o sea: ☀Pau☀

Germán me desconcierta. Es tan buen tipo, tan querible y tan encantador que no debiera ponerme acá a hablar de él. Es un tipo por sobre todas sus características se destaca por ser auténtico, directo, te dice las cosas sin rodeos, te puede apretujar con un abrazo porque le salió de adentro como puede taparte a insultos si le devolvés el iPod sin batería.

Y aunque no disimula que el amor de sus hijitos lo emociona hasta la más humillante catarata de lágrimas, Germán es por sobre todas las cosas un recio. El tipo no tiene problema de hacerle frente a sus jefes y cuando habla con miembros del directorio de la compañía donde trabaja, intercala malas palabras. Pero no de campechano ni de amigable, lo hace porque no conoce sinónimos menos vulgares.

El tipo no puede hablar de suicidios, dice que "fulano se limpió". No puede decir que algo es un disparate, dice "cualquier verdura", ignora la existencia de otras voces que reemplacen la palabra "garchar" cuando en un grupo que va adquiriendo confianza comenta alguna escena hot de una película.

Lógicamente cuando en un grupo hay gente de distintas nacionalidades, uno trata de no hablar en castellano para que los que no entienden no se sientan excluídos. Ese no es un problema para Germán, el loco jamás va a dominar el idioma inglés aunque ya lleva 15 años viviendo en Miami y sus hijos no hablen muy bien el castellano. Pero como es simpático, si hay un coreano o un neoyorkino en la reunión, el tipo se muestra dispuesto a apagar la música de Pappo y ofrece gentilmente: "aijá Pinflói chu" obligando a los contertulios no hispanoparlantes a interpretar esa suelta de guturalidades como un "I have Pink Floyd too" y como nadie se puede negar a aceptar una tira de asado jugosita ofrecida con una sonrisa de oreja a oreja, aceptan aunque hubiera ofrecido un disco de Iván Rebroff.

Esa es otra, nunca voy a entender qué hace Germán fuera de su barrio de origen si todo lo que hace es tratar de representar sus viejos pagos acá. El loco viaja 45 minutos los domingos a la mañana para llegar a una panadería argentina y llevar a la casa medialunas para el mate. Después viaja otra horita para llegar a una carnicería donde conseguir cortes argentinos y ya sabe que ahí la carne es buena y tienen buenos precios. Pero como es generoso los asados los hace para 40 personas sin importar si las conoce o no, si te invita no podés ir sola y tenés que ir con una amiga, novio, tía, abuelos, sobrinitos o vecinos. No se puede rechazar la invitación porque indaga los motivos, no es discreto y si estás enferma tenés que explicarle mucho, si estabas con visitas tenés que llevarlas a su asado y si no tenés ganas confesáselo porque su onda es la honestidad brutal, pero no esperes que no te putee.

Así es que vas a sus asados y te encontrás rodeada de 20 desconocidos, 10 conocidos que no te los hubieras imaginado jamás compartiendo un domingo al aire libre y, por supuesto toda tu gente. Entre toda esa gente hay personas de distintos países (eso es lo más natural acá en el sur de la Florida) pero acá viene la argentinidad de Germán de querer lucirse con la mejor carne mejor asada, con el mejor vino y hasta la mejor mayonesa de la galaxia. Si un chileno viene con su frasquito de pebre para convidar, ese frasquito se lo da a Germán o a su esposa y jamás llega a la mesa. Si un "tico" (costarricence) trae pico de gallo no se entera nadie y si en la mesa algún venezolano, salvadoreño, español, polaco o correntino ofrece una ensalada de nacionalidad neutral (papas con mayonesa y huevo duro, arroz con atún, fideítos fríos con mayonesa, etc.) en algún momento esa ofrenda desaparece sin haber sido tocada y el espacio de la mesa en que se apoyaba da paso a una criolla combinación de lechuga, tomate, cebolla, aceite y vinagre.

Ojalá que te guste el chimichurri porque lo vas a comer, punto. No vengas con que sos celíaco o defensora de los derechos del perejil porque tu choripán va a tener una capa verde y jugosa del orgullo de su madre. Sí señor, se hace traer de Argentina el chimichurri casero de su mamá porque ni su esposa ni ningún otro habitante del planeta puede hacer un chimichurri digno de un asado de Germán.
Presentado así suena odioso, y lo es. Pero el loco tiene una onda que te rechaza y no te cae del todo mal. Cuando te dice "vení probá ésto" ya te puso medio kilo de vacío en el plato, ya estás tomando fernet con soda o, por supuesto: vino argentino. Me encanta el vino argentino, pero tener un italiano sentado a 2 metros, un español a medio, un francés a 3 y saber que toman un excelente malbec sólo porque sus botellas fueron rechazadas, da un poco de vergüenza ajena.

Medio absurdo meterme en detalles como que habla a los gritos, come chicle con la boca abierta, canta tangos y rock (argentino solamente, no conoce a Maná ni a los Hombre G) pero canta con tonito de hinchada de fútbol, se viste con camisetas de la selección argentina y toma el café haciendo ruido (como el típico ruidito de sorber la sopa pero termina con un aaaaaaaaaah! de paladeo).

Germán es un chancho.

Ahora, si mal no recuerdo, comencé hablando de él diciendo que me desconcierta. En ese tono en que se suele hablar para mostrar erudición sobre motores y fixtures, con voz fuerte, tragándose las eses e interrumpiendo, el señor Germán habla con conocimiento y sin desatino de arquitectura gótica, estructura social de occidente en choque con sociedades orientales e islámicas, cine europeo, García Lorca, impresionismo, surrealismo, Gaudí, Dalí, Buñuel, economía, negocios, software y líneas de colectivo de Capital Federal y el Gran Buenos Aires.

Y me desconcierta. Si un día me animo, sabiendo que profesa la honestidad brutal y tratando de imitarle su onda para decir las cosas, lo voy a tener que encarar y decirle:


Germán querido, una de dos: O te decidís por ser un grasa consumado que sólo habla de motores y cuelga posters de minas pelotas o refinás tus modales y te comportás a la altura de tus putos conocimientos que no puedo entender de dónde cuernos los sacaste si jamás en tu vida agarraste un libro o aprobaste una sola materia del secundario.

Sexo en la PC  

Posteado por mi, o sea: ☀Pau☀

El domingo a la tarde llovió. No es un dato muy importante, sobre todo porque acá estamos en verano que es la estación lluviosa y caen un par de torrenciales por semana. Pero para mi una tarde de domingo con lluvia es como que me invita a alguna actividad en casa: un poco de tele, chocolates, siesta no porque me pone de mal humor (muuuuuy mal humor) pero sí tirarme en el sofá a mirar alguna peli.


Yo no soy la de la foto, pero no es el tema (no tengo registro de mi en pijama con cara de domingo). La cosa es que en medio de ese plan se me incluye un personaje que no está claro cómo llamarlo. Amigo ya no pero novio sería mucho decir. Me gusta la manera que veo que usan muchos para zafar: "nos estamos conociendo". Ok, mejor no lo nombro así tampoco lo comprometo demasiado (a no olvidar que este blog lo leen al aire en los principales canales de televisión del mundo y cualquier cosa que acá se escriba y se comente llega a más de 24 millones y medio de personas).

Al señor en cuestión no le interesaba mi película así que se instaló en mi sillón con su laptop para que yo usara su pierna de almohada. En un momento se levanta y va a traer algo de la heladera y como acto reflejo miro la pantalla de su laptop. Estaba la ventanita de downloads de su navegador trabajando, así que intento leer qué está bajándose el hombre.

Tuve un instante de sorpresa: Sex Vocal.


De eso sí tengo registro: tuve que capturar esa pantalla. Como dije antes, nos estamos conociendo y conociendo a una persona también nos vamos dando cuenta qué cositas le gusta, qué le da ganitas en esos domingos que no hay nada para hacer afuera, etc. etc. Son todas buenas pistas que me dejó el muchacho pero me llamó la atención con cuánta liviandad lo hacía. No me terminaba de cerrar que estuviera al lado mío bajando pornografía y que encima no lo disimulara y me lo deje ahí a la vista. Era raro y no quería pasar por una anticuada que se escandaliza porque el otro mira sexo oral en internet, pero ¿delante mío? A lo mejor era una insinuación.

No sé, mejor que conjeturar encararlo:
– Loqui, ¿está bueno lo que estás bajando?
– Más o menos, tenía ganas de ver de qué se trataba pero esas cosas que están buenas ahí en persona, con toda la adrenalina del momento, pierden gracia cuando estás así frío, fuera de ambiente.
– ¿Y cómo te gusta entrar en ambiente? (ya estaba haciendo la que me llevaba a su juego)
– No sé, los ví hace un tiempo en vivo en un teatro y me gustaron pero ahora les escuché unos temas sueltos y no me sorprendieron tanto.
Temas sueltos: no estamos hablando de lo mismo. Le pido permiso y agrando un poquito la ventana de downloads así me muestra el texto entero y no lo abrevia.


De sexo oral a un sexteto vocal la diferencia es tan grande que cuesta hacerse cargo de haberlos confundido. La culpa es del domingo, nadie está del todo iluminada un día lluvioso y reconozcamos que el mensaje era confuso.

Cuando le expliqué lo que había pensado me contó el caso de un compañero de oficina que su esposa lo echó de la casa porque le encontró en un bolsillo una factura de compra en "La Casa del Amor". La mujer indignada le hizo un escándalo enorme y hasta le tiró una valija por la cabeza para que metiera unas cuantas cosas y abandonara la casa.

El tipo intentó explicar pero no hubo caso. No sé cómo ni cuándo encontró a la mujer más tranquila (la debe haber atado a una silla con un trapo en la boca) y le explicó que el coche andaba con la suspensión un poco dura así que lo llevó a un taller especializado: "La Casa del Amortiguador" pero la computadora que hace las facturas cortaba el texto porque el nombre era muy largo.

¿Será una historia real o me la inventó en el momento para hacerme sentir menos idiota? Nunca lo sabremos. Por lo pronto, para el domingo a la tarde pronosticaron lluvia.

An de güiner iiiiiiiiiiiiis…  

Posteado por mi, o sea: ☀Pau☀

Yooooo!!! (aplausos enajenados)

Camino al micrófono me cruzo con un Jack Nicholson gordo y desaliñado, de riguroso smoking negro y un moñito que lo ahorca y lo hace transpirar. Me dedica una mirada lasciva que la entiendo como un cumplido delicado (es un viejo asqueroso pero las reglas del juego obligan jurar que una se erotiza con él), le sonrío y camino unos pocos pasos, paso por al lado de la tilinga de Angélica Jollie o como se llame la estirada esa y nos ignoramos. Dos flacas rubias de más de 1.75 mts con la misma cara de bisturí pero distinto diseñador (de vestido y de tetas) sonríen a lo Mariana Fabiani y me acercan hasta un estrado con tres micrófonos. Ahí me espera Clint Eastwood con una modestia que desentona con su trayectoria y me entrega el premio. Por catorce segundos sólo vi lo blanco de los flashes y el resto de la noche vi todas las siluetas pero en destellos de azul.

No me queda otra más que decir unas palabras.

Buenas noches (tuuuuuuuu: acople).
Quisiera agradecer esta entrega (tuuuu iiiiiiiiiiiiiiiii)...


Quisiera agradecer a los errores de la gente linda. Para otros, los errores ajenos son una buena oportunidad de quedarse con el marido, el cargo o la chequera de la descuidada, pero para mi, este error de Violeta Martínez Uría  significa agregar un premio al rinconcito donde atesoro estas muestras de cariño. Viole, tu blog sale de una mente creativa, no sólo tenés la capacidad de comunicarte con la gente a través de una lectura divertida, profunda y con una exquisita capacidad de observación (gracias Daniel Os por prestarme este comentario) sino que te has preparado y se te nota cómo elegiste el idioma para darle estilo a tu espacio.

Otra de las cosas que te agradezco, Viole, es que éste no es ese tipo de premios que obliga a confesar atrocidades que prefiero disimular o a premiar a otros 200 blogs y terminamos mencionando a algunos que hacen el esfuerzo por desmarcarse de una.

Sin embargo, por más que no haya obligación de seguir una cadena, yo también tengo algunos blogs que quisiera que se sientan reconocidos, aunque después no pongan su premio porque no quieran, les dé vergüenza, los enoje o los aparte del estilo de sus blogs.

Ok, vamos en orden alfabético:
  • Lo más importante se quedó afuera  (Daniel, sé que no lo vas a poner y ni vas a mencionar que te lo entregué, pero tu blog es de los pocos que conozco donde se ejerce la Literatura y no la vida bloggeril).
  • Alicia's Own  (Ali, me encanta el ambiente de tu blog, hay un aroma de calidez y cercanía que no me llama la atención que hoy huela a pancitos caseritos)
  • Alma de Budín  (no ví ningún premio publicado en tu blog pero me imagino que ya te dieron miles, es muy bueno lo que hacés)
  • Anábasis (Marce, hace rato que admiro tu blog, era hora de darte un premio)
  • Cortitos  (Claudia, no sé mucho de tus gustos personales pero entre los míos está tu estilo ideal de literatura para los tiempos bloggeros: cortitos y a seguir los cuentos con la cabeza cuando ya una salió de tu blog).
  • El Patio de As Burgas  (J. eMe: me sorprende cómo pasás del compromiso al buen humor sin dejar notar dónde está la frontera)
  • Irreflexiones Arbitrarias  (Horacio tu blog es adictivo, imposible dejar pasar unos días sin pegar una mirada a ver qué hay de nuevo por ahí, te merecés el premio aunque lo rechaces porque esa mariposita "es de gays")
  • La mirada de Steki  (Steki: mi sueño es no crecer nunca y que algún día la gente me vea como te ven a vos)
  • My Place to be  (Diego de los Besugos, me encanta tu blog tan fiel a la definición de blog: una bitácora de lo recién vivido con opinión personal)
  • Según Sebastián  (Sebas, tu blog no sólo es muy divertido, es también muy generoso: me ha servido de inspiración y eso lo valoro mucho de verdad).
  • Seleccione Reales Dijes  (unServidor: Tu blog debiera cerrarse! El humor inteligente merece mucho más que el público tan reducido que puede llegar a frecuentar un blog)
  • Siempre en algún lugar  (Marce, ídola cómo resolvés con imágenes lo que describir con palabras es quedarse a mitad de camino)
  • Un cachito de mi  (Casteee, leer tu blog es como hablar por teléfono con una amiga de toda la vida)
  • Vida Borderline  (Viole, I care three cucumbers que ya tengas este premio y que encima me hayas premiado. Me gusta tu blog y punto).
  • Viviendo con Igan  (Tu onda de transmitir polenta a través de la adversidad es una lección, no un blog)
Estoy segura de que me voy a arrepentir de no haber agregado más porque sólo visito blogs que me gustan pero no estoy mencionando a todos. Les sugiero a los que se hayan quedado afuera que me dediquen una puteada grosera por dos motivos: porque me lo merezco por ingrata y para que no me vuelva a olvidar de lo que de verdad disfruto y quisiera premiar.

Suerte a los felicitados!!!



No sé si me hago entender  

Posteado por mi, o sea: ☀Pau☀

Hace como un mes recordaba por acá mis "rateadas" de la escuela y enseguida surgió el tema de cómo se llama en cada país y región el acto de fingir ir a la escuela y vagabundear por la ciudad. Como no existe el tan mencionado español neutral, sin darme cuenta, viviendo en Fort Lauderdale no he tenido que aprender a desenvolverme sólo en inglés sino también en castellano. Es que es una ciudad muy cosmopolita y es bastante común conocer gente de todo el mundo.

Lo bueno, es que conviviendo con gente tan distinta una aprende que el francés habla francés, el haitiano habla creole, el filipino habla filipino pero el latino no habla en nada. O mejor dicho: habla en todo. El español que se escucha acá es desastroso, primero que son comunes (sobre todo en Miami) los inmigrantes de los países cercanos de orígenes muy humildes y sin mucho acceso a la vida intelectual, para decirlo elegantemente. Así que hablan un español muy básico, lleno de modismos de sus países y a veces lo mezclan con inglés y suena un mamarracho inentendible como "señol, ¿usted tienes que printeal la forma, luego enviala pol correo y nosotros lo llamamos patrás".

Al principio no hablaba nada de inglés y no me quedaba otra que terminar entendiéndome como podía. Pero una vez tenía que comprar un balde y me daba vergüenza hablarle al del supermercado como una india, así que me acerqué a una señora que parecía latina y le pregunté dónde estaban los baldes: no me entendió. "Qué cosa e un balde, no sé qué cosa e esa, acá no tenemo balde", le expliqué para qué era y me terminó corrigiendo a mi: "¡Un cubo! ¡eso que usté busca se llama un cubo!" para mis adentros le contesté que un balde está más cerca de ser un cilindro que un cubo y también me acordé que cubo es un número multiplicado tres veces por sí mismo pero era ridículo meter ese tema en esa conversación surrealista.

Así que poco a poco traté de mejorar mi inglés y "neutralizar" mi castellano, o sea aprenderme la mayor cantidad posible de sinónimos que me salven de que otro analfabeto me corrija, disminuir el uso del lunfardo lo máximo posible, aprenderme algunos modismos de otras regiones y agudizar los sentidos para encontrar los caminos por donde se perdió el español ajeno:

Printeal (printear) = Imprimir (to print)
Forma = Formulario (form)
Llamar patrás = Devolver el llamado (to call back)
Igual, nos terminamos entendiendo. Por ejemplo, los argentinos agarramos un objeto, los peruanos agarran en la intimidad, los centroamericanos lo cogen y para nosotros cojer es en la intimidad. Después tiramos el objeto pero para los colombianos tirar es cojer así que lo botan, pero para otros botar es rebotar así que cuando vas a agarrar algo no queda claro si vas a juguetear con los genitales, arrojarlo por la ventana o hacerlo picar (y no me refiero a que piquen los genitales).

Otra de colombianos: piden las cosas regaladas, pero no es de conchudos (avivados), es de educaditos. En la heladería piden "Regáleme uno de fresa" y los tipos tienen planes de pagar pero piden regalado. Si quieren pasar piden "¿Me da un per?" que viene a ser un permiso, me imagino. Si algo da mucho trabajo es un camello, pensar sobre un asunto es echarle carreta y captarle la idea a alguien es cogerle la flauta. Una mañana en una oficina estaba haciendo unos trámites y la empleada colombiana que me atendió, de delicada que es me preguntó si quería un tintico, como me vio la cara de confundida (y se acordó de algo que le causa mucha gracia que es que a las galleticas las llamamos galletitas) me repitió: ¿un tintito? ¿le sirvo un tinto? Miré el reloj y eran las 8 y media de la mañana pero viendo la onda de la oficina casi le pido un choripán con bastante chimichurri para acompañar al totín. Bueno, tinto es el café, pero asumiendo que los colombianos entienden de café como nadie no se le puede corregir que tinto es el vino rojo, como un buen malbequito (y no quise ni mencionar cabernet por temor a que ahí eso sean los antros donde bailan las chicas sin ropa). Ah, y ya que dije antro, para la mayoría de los latinos ir a la noche a bailar es ir a algún club, acá al club no vas con el bolsito, la malla y la toalla.

Después, por ejemplo, los chilenos a los bebés los llaman guagua pero para los cubanos subirse al ómnibus es coger la guagua aunque parezca una apología de la pedofilia. Para los colombianos subirse al ómnibus es coger la chiva o coger la buseta y si escucha eso un brasilero se mata de la risa. En realidad si entra en escena un brasilero la cosa se complica demasiado: para ellos sobrenombre es apellido y apellido sobrenombre, gracioso es engrasado y Pelé es mejor que Maradona.

Complicadita esta torre de Babel, el inglés de distintos países tiene algunas variaciones y distintos acentos pero los tipos se entienden mejor que nosotros. A lo mejor un poco la culpa la tiene nuestro diccionario, tan lleno de riquezas idiomáticas y de sinónimos que a cada palabra se la puede conocer de mil maneras distintas. Después salimos al mundo y encima vemos que algunas cosas que en castellano quieren decir algo, en otro idioma quiere decir algo totalmente distinto.

Se me ocurre el ejemplo de manga, que puede ser tanto para nombrar los brazos de la camisa como las historieras japonesas, pero como una imagen vale más que mil palabras y mil palabras son dos mil confusiones, ilustremos a modo de despedida los distintos significados de MANGA:

Manga: caterva, partida, camarilla, cuadrilla, gavilla, turba, oleada, horda, multitud, muchedumbre, abundancia, infinidad, sinnúmero, fárrago, tropel, montón, revoltijo, gentío, hatajo, manada, mesnada, rimero, tropa, cardumen, etc.

Auspician este Espacio  

Posteado por mi, o sea: ☀Pau☀

Corren tiempos difíciles y a veces se hace muy cuesta arriba mantener un blog. Por suerte nunca falta uno de esos colaboradores desinteresados que hacen que las cosas se alivianen un poco y aportan ideas y soluciones que se hacen cargo de algunas de las complicaciones.

Un(a) amigo(a) que pidió mantener en secreto su identidad, se acercó hasta las oficinas desde donde se genera este blog, habló con nuestro Secretario de Prensa y Difusión y aportó con estos dos nuevos auspiciantes que se suman desde hoy a la enorme familia de Mis Cosas & Mil Cosas.

Sepan comprender, pero desde hoy tenemos espacios de publicidad:


 ☀ ☀ ☀ ☀ ☀ ☀ ☀ ☀ ☀ 

ELLA (muy enojada):
Claaaro, el señorito mirando tele y… ¿quién cocina?


ÉL (muy alegre):
¡La Forra!


LOCUTOR (muy tarado):
Restaurant y Pizzería "La Forra"  distinción y calidad.





ELLA (con tono de seductora):
¿Y si nos clavamos unos vinachos, mi amor?


ÉL (con tono de superado):
¡Metele, Giluna!


LOCUTOR (con tono de tarado):
Vinos Giluna… para noches como ninguna.


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