Dilema Literario  

Posteado por mi, o sea: ☀Pau☀

Muchos de los libros que leí en mi vida no vinieron a parar a mi estantería después de un par de mudanzas. Algunos me acompañan a todos lados pero algunos se tuvieron que quedar atrás, algunos perdí y de algunos otros me olvidé. Por suerte existen por todos lados las casas de canjes de libros y por unos pocos pesos se pueden llegar a encontrar los libros que una quiere releer (hasta se los consigue amarillentos y medio rotitos como los tenía antes de abandonarlos, casi un clon).

Pero, ¿qué pasa con los libros (y todas las demás cosas) que se abandonan en un apuro y después nos arrepentimos del abandono? Bueno con la mayoría de las cosas: a joderse. Pero con algunos libros se puede tener la suerte de encontrarlos gratis en internet. Ya sé que amazon.com y varios otros te encuentran cualquier libro de cualquier época, pero no se trata de comprar todo de nuevo hasta reconstruir la biblioteca de hace 10 años sino de ver cómo se zafa. Por eso la piratería ayuda.

Hace poco descubrí los libros en PDF y empecé a encontrar cosas que me reencontraban con mi pasado y lógicamente los empecé a bajar. Después aparecieron libros que me hubiera gustado leer en su momento y no lo hice, libros que nunca me interesaron pero me recuerdan gente o hechos importantes de mi vida y también best-sellers que no me compraría pero que quiero pispear a ver si me engancho.

Finalmente se me armó un pequeño tesorito de libros donde se mezclan millones de sensaciones, aprendizajes y ficciones que llegaron conmigo hasta el presente, pero: ¡ese tesorito no existe! Es un tesoro virtual, está en un folder en mi compu y en un CD por si se me muere la máquina. Es abstracto, impalpable y debiera ocupar muchos estantes, un par de cajas, varios kilos y tendrían que ser el cuco antes de una mudanza. Pero no, toda esa fortuna pesa 450 MB.

Al principio antes de leer un PDF me lo imprimía y me lo hacía anillar y no sé porqué pero no me encariñé con el método, así que traté de acostumbrarme a leer directo del monitor pero no hay caso. Finalmente, me compré el eBook Reader (click!).


Lo llené de libros, fotos, música, agenda telefónica y empecé a llevar toda mi biblioteca completa a todos lados. Por momentos me parece una exageración ir de compras llevando 10 cuentos de Borges, todo lo de Dolina y un cancionero con 200 temas de los Beatles, pero es lindo. Es como querer tener un botiquín en la guantera del auto y tener todo un centro médico con tomógrafo, farmacia y cafetería.

Hoy era una de esas mañanas de solcito tibio y brisa fresca, ideal para ir a la playa pero no para entrar al agua. Estaba como para poner una sillita cerca de la orilla y ponerse a leer, así que me llevé mi nuevo aparatejo y cuando me instalé en la playa me dio miedo sacarlo del bolsito. ¿Y si le entra arena? ¿Y si una ola o un tarado me lo salpica? así que lo guardé y me quedé tranquila en la orilla sin hacer nada.

Bueno, no tanto como "sin hacer nada" me quedé pensando y preguntándome: ¿gané o perdí con el lector de PDF? Porque antes cuando salía a buscar un rincón donde sentarme a leer, el libro de papel me servía para cosas que la maquinita no: doblar una página para no olvidar un párrafo, subrayar o ponerle remarcador a una frase, escribir en los márgenes ideas sacadas de lo leído, atrapar una flor, una foto o una servilleta con dedicatoria, esconder plata o incluso prestar el libro y esperar a que me lo devuelvan para ver qué página doblaron.

La tecnología avanza y se va reemplazando costumbres que se quedaron en la biblioteca de la casa de los viejos. Los que tuvimos las viejas costumbres somos la generación de la transición de un sistema al otro. Y el sistema nuevo está bueno, pero:

¿Qué vale más? ¿Llevar todo lo de valor afectivo a todas partes en un aparatito de 250 gramos o andar con sólo una cosa a la vez pero cargarla con toda nuestra vida hasta transformarlo en un museo de nuestra historia personal?

Tortilla sin principios  

Posteado por mi, o sea: ☀Pau☀

Si hay alguna feminista en la sala se le sugiere que me lea con atención antes de descargarme su ametralladora en la panza. Y de panzas voy a hablar.

¿Qué tiene de malo cocinar para un hombre? Según Rochi (la que vivía conmigo hasta que nos dimos cuenta que nos odiábamos, así que nos alquilamos dos departamentos separados y nos dimos cuenta que somos dos amigas muy unidas) cocinar es: "Un acto de machismo que condena a una mujer a transpirar en una cocina para satisfacer a un panzón que eructa en el sofá mirando fútbol mientras con una mano sostiene una lata de cerveza y con la otra se rasca los huevos y agarra papitas".

Para mi la cosa es un poco distinta (y un poco más conciliadora). No conozco ninguna mujer que se derrita por un sándwich de matambre ni ningún hombre que espere toda la semana para hacer yoga con dos amigos. Entonces, así como no tiene nada de malo que un hombre averigüe qué es un zafu, una colchoneta mandala o una pelota medicinal y se lo compre a su novia, no tiene nada de malo que una chica aprenda a hacer un matambrito casero o una tortilla de papas y se lo prepare a su novio.

Y dado que no tiene nada de malo, pasen y vean. Ni aceitosa ni seca, ni babosa ni quemada, una redonda, dorada y marmolada tortilla de papas:





…para algunas el símbolo de la hostilidad de la supremacía masculina por sobre la sumisión femenina. Para otras, la última estrategia para conquistar o retener el alma escurridiza de su príncipe azul de sofá. Para mi: nada más rico e inofensivo que una tortilla de papas.
Concurso: Esta tortilla debe ser perfumada y decorada con una hojita de albahaca fresca. Mi planta de albahaca se está secando y se va a morir, quien aporte una sugerencia para mantenerla viva será el ganador de una porción de tortilla.

No Tengo Nada Verde  

Posteado por mi, o sea: ☀Pau☀


No lo cuento como si fuera un problema pero justo hoy a la mañana me enteré que había que salir de verde.

Casi me compro una remera verde hace como un mes para St. Patrick pero a último momento me explicaron que la tradición indica que el que anda de verde está diciendo que se suma a la celebración irlandesa y cualquiera que esté también vestido de verde puede besarlo sin dar explicaciones ni esperar la reacción del otro. Me pareció divertido pero me achiqué, no celebré St. Patrick y no me compré nada verde.

Y no tengo nada contra el verde, si tenía algo y me enteraba a tiempo hoy me lo hubiera puesto.

Resulta que la semana pasada se me recalentó el motor del auto varias veces y el sábado decidí llevarlo al taller. Gino, el mecánico napolitano que jura que habla castellano me explicó claramente: "tenemo un aguquero en la conduttura de la valvola del radiattore" casi le pido que al mío le ponga bastante queso rallado pero se apuró a decirme que no tiene la pieza y que le lleve el auto de nuevo el lunes. Creo que al final hoy me lo entrega pero la cosa es que me dejó a pie, y no me quedó otra que animarme a hacer mi recorrido rutinario en bici. Trabajo a unas 30 cuadras de casa así que no es tan dramático.

Hoy, saliendo de casa (sin nada verde, para retomar el tema) hago menos de una cuadra y un auto de atrás me llena a bocinazos, pensé que iba muy lenta para el tránsito así que me corrí para darle paso y descubrir que los bocinazos eran amigables para gritarme: "Gracias por no contaminar, feliz día de la Tierra". Esa escena se repitió con otros 4 ó 5 autos hasta que llegué a la tienda de antigüedades donde me aburro de lunes a viernes de 9 a 18, pero la característica más contradictoria es que todos los que me saludaban iban de verde.

Entonces yo digo… si tan comprometidos estamos con salvar al planeta, si tan ecológicos somos que nos vestimos de verde y si tan contentos nos dejan los que hoy no usan sus caños de escape: ¿cuántos de esos que hoy andan disfrazaditos de espinaca no se van a pasar el día comprando boludeces manufacturadas por niños esclavos pakistaníes, cúanto van a clasificar su basura para reciclaje, cuántos esfuerzos van a hacer para detener la matanza de focas, ballenas, zorros, etc., cuántas bolsitas de nylon tirarán hoy a la basura o cuánto harán por descontaminar los océanos e impedir el calentamiento global?

Bueno, todos lo sabemos. La respuesta está clara: nadie va a hacer nada especial por el planeta hoy, a lo sumo apagarán la luz un rato para ver la foto de su ciudad a oscuras en el diario.

Así que, a vestirse todos de verde, a colgar guirnaldas de papel reciclado y a salir a festejar día de la hipocresía ecológica.

La maldad existe  

Posteado por mi, o sea: ☀Pau☀

No me acuerdo si Lili no habló de otra cosa en toda la tarde o si es lo único que registré, pero estábamos las tres en el bar y cuando ya estaba sola en casa, de toda la charla sólo me quedó eso: "La maldad existe".

Yo lo negaba como una boluda, me parece que lo negaba más por inercia, por haberlo supuesto durante toda la vida o por no haber abierto más los ojos.

Yo tenía la sensación, o el prejuicio de que los malos existían pero que uno no tenía llegada a ellos. Los malos eran los mafiosos, los presos, los dictadores, los maridos golpeadores o esas personas que se ven en la tele que ríen desquiciados porque su plan malévolo les está saliendo perfecto. A lo sumo, un malo podía ser un policía o un funcionario público que no quiere entrar en razones. Pero no, hay malos que no andan vestidos de malos ni se les nota que están ahí para hacer el mal. Y a lo mejor son los peores malos, porque son las personas a las que te entregás pensando que no te van a cagar.

Nos crían de chiquitos en un hogar normal, con las peleas cotidianas pero con el trasfondo de que mamá y papá te aman y que nunca te van a hacer algo que no te convenga y menos a propósito. Entonces es ahí donde una entendió mal: no es el calor y la protección del hogar lo que no te va a cagar sino mamá y papá.

Pero en una casa donde viven dos personas que se llevan bien, que preparan la cena juntos, que se ríen mirando juntos la tele, que viajan en el auto cantando a dos gritos lo que suena en la radio y que se dicen cositas lindas antes de dormirse abrazados, tranquilamente uno de los dos puede tener en su corazón maldad auténtica. Y después que le jurás con la mirada que es el amor de tu vida, que te morís por él y que le entregás toda tu vida, él te asegura lo mismo y no se le olvida ninguna fecha (aunque sus regalos sean medio medio)… un buen día te enterás que no sos la única y cuando se lo vas a echar en cara se le nota que no le duele nada haberte fallado, haberte engañado y haberte dejado avanzar en tus ilusiones sino más bien se le nota el alivio de tener que cortarla con la farsa del enamoradito.

Y se te viene el mundo abajo porque no sólo que entregaste tu vida al equivocado y te deja con el corazón vacío sino que no te queda claro cuánto tiempo te mintió amor y le creíste, y no le importó que le creíste y te dejó confiar, entregarte y jugarte por el amor mentido. Esa es la maldad verdadera: la de saber que está haciendo daño, tener cómo pararlo y no querer.

Y cuando ya está todo claro, cuando no queda pareja por defender, todavía le queda maldad y a tu dolor le corresponde con frialdad e indiferencia, sin intención de reparar nada, sin dar explicaciones, sin culpa, ni siquiera mentirte una vez más un pedido de perdón para que tu autoestima se despisotee un poquito y con el descaro de llamarte el 6 como si nada y avisarte que tenés que pagar la cuota del auto.

Cuando Lili se despachó a gusto con lujos de detalles, no sé si fue falta de confianza, falta de valor o falta de ganas de darle la razón tan rápido, pero no pude contarle nada de Gonzalo. Sandra la miró super compenetrada sin abrir la boca ni una vez, es la única de las tres que está en pareja y el marido parece buen loco (y eso que para San Valentín le regaló una billetera).

Fort Lauderdale  

Posteado por mi, o sea: ☀Pau☀

Mi hogar adoptivo. Aquí quedé después de dar un par de vueltas por varios lugares.
Cuando vivía en Argentina ni sabía que existía esta ciudad. Es más, pensaba que Miami y Orlando estaban pegados, por no soportar escuchar los relatos de los fanfarrones que habían andado de vacaciones por los dos lugares. Bueno, unos años más tarde me entero que los que están en Miami viajan unos 400 km. hasta Orlando para ir a los parques de Disney y que Ft. Lauderdale también existe. Pero más duro fue aprender a pronunciar su nombre: "Fort Lóderdeil"

Si Miami y Ft. Lauderdale fueran en Argentina serían dos ciudades en pica porque los argentinos tenemos esa característica de poner a competir dos cosas buenas para ver cuál es la mejor en lugar de disfrutar de las dos. Pero acá estas dos ciudades no se dan mucha bola, las dos tienen algunas cosas en común, cada una tiene su onda y pocas veces los que viven en una de las dos pasean en la otra. Y eso que están pegadas!!!



Las dos son ciudades balnearias. Unas playas hermosas, unas ramblas divinas con sitios apartados para los ermitaños como yo que prefieren las playas solitarias y con bastante espacio para vida social y comercial para los que disfrutan comprando boludeces. A lo mejor Ft. Lauderdale le gana a Miami en cantidad de lugarcitos apartados y Miami le gana en cantidad de paseos de compras. ¿Ven? Ya puse a competir las dos ciudades.



Riverwalk se está muriendo, creo que eso es todavía más señal de que Ft. Lauderdale es menos comercial que Miami. Dicen que pasó a manos de los bancos porque la propiedad es más cara que lo que los comerciantes pueden vender y aunque no sé cómo es el litigio legal, el lugar es divino pero cuando uno llega le falta un chiquitín de movimiento. Como que si tuviera un poco de gente poniéndole vida se me acabaría la sensación de que se está muriendo.

A lo que no le falta nada para ser perfecto es a Las Olas:


Esta foto es una de las entradas a la playa, pero para el otro lado no me conseguí (todavía) ninguna foto buena (aclaro: no todas las fotos que puse acá las saqué yo, algunas las busqué en Google).

Las Olas es una calle que no creo que tenga más que 30 cuadras. Va de la playa a Riverwalk y tiene todo el glamour y todo el encanto. Es divina!!! Barcitos, restaurantes, puentecitos que atraviesan canales, los canales rodeados de casas (más modernosas que suntuosas) con muelles, y lógicamente con sus barquitos. Pescadores en los puentes, hoteles alrededor. Poca vida cultural, pero cerca de Riverwalk está el museo de arte, que es chiquito pero está bueno. Hace unos dos meses fui a ver una muestra genérica que incluía algunas esculturas de Picasso.

Todo Ft. Lauderdale (no sólo Las Olas) está lleno de pubs, una onda increíble. Al que le guste la onda latina: Miami. Pero irse a vivir a EE.UU. y vivir fuera del entorno estadounidense no lo entiendo. Acá son más comunes los bares irlandeses o los lugares para escuchar reggae, que se han vuelto mi perdición. De echo hay una banda que toca en un pub cerca de mi casa y una vez que fui eran todos negros jamaiquinos menos el baterista de la banda y yo.

La verdad que podría hablar más y más de esta ciudad no porque sea extraordinaria sino porque me siento cómoda acá. Y parece que eso le pasa a más gente, porque en invierno se llena de canadienses, neoyorkinos y chicaguenses que no se bancan el frío de sus lugares. También hay muchos motoqueros y hippies, pero hippies de verdad, no pibes de pelo largo con collares hechos por ellos mismos. Se ven hippies de 70 y pico de años y es rarísimo, pero es lógico cuando uno se imagina que eran jóvenes en los años '60. A ellos se los ve canosos, arrugados, pelados y caminando lento pero se los ve jóvenes y me imagino que todavía fuman porros.

Bueno, más fotos:


Eso pertenece a la tribu Seminole que son los indios que habitaban antes de la colonización y les quedó un espacio reducido que aprovechan para desfalcar al carapálida con casinos y venta de tabaco libre de impuestos.

La ciudad tiene su historia también:


Pero a pesar de tanto encanto, seducción y maravilla, lo que más hago desde que vivo acá es…

…ir al super
…y limpiar la casa!!!!

Empiezo por acá  

Posteado por mi, o sea: ☀Pau☀

Ayer cuando decidí abrir este blog se me ocurrían mil cosas que tenía que poner. Hoy lo abrí y se me volaron todas las cosas. De lo que me acuerdo es de esta pared:



No creo que signifique mucho para los visitantes, pero para mí es la pared que está justo al lado de mi monitor, o sea que puedo mirar lo que escribo o eso. De alguna manera me pongo en igualdad de condiciones con todos los demás, posteo ésto y mire para el costado o para adelante miro lo mismo.

Blog Widget by LinkWithin