Undo… tré… cuá…
2009
No quiero saber nada de "jamás me arrepiento de lo que hice sino de lo que no hice" es una hermosa filosofía de vida, denota la valentía de haber tomado caminos inciertos y haber aprendido la lección si después nos damos cuenta de que eran incorrectos.
Pero igual nos arrepentimos de cosas, así que usted jovencito de la fila del medio, sí sí, usted que se las sabe todas: ablande su corazoncito por un minuto, sáquese los dedos de la nariz y admita que a veces mete la pata.
Estamos tan tecnologizados que notamos a diario mil veces que la informática se metió en nuestras vidas: no concebimos una jornada laboral sin PC, tenemos internet en cada lugar en el que nos metemos y donde no hay una fichita ethernet es porque hay conexión inalámbrica. Online estudiamos, trabajamos, encargamos pizza, bloggeamos, compramos, nos distendemos chateando y nos amargamos cuando falla la conexión.
Cualquier distraído podría asegurar que la compuatción se metió en cada pequeñez de nuestra vida diaria hasta que algo sucede y descubrimos que al teclado de nuestra vida le falta una tecla:
Y nada menos que la Z domas y caballitos!!! No solamente no la pronunciamos con su ibérica articulación interdental, fricativa y sorda sino que no la tenemos en actos cotidianos donde hace falta y se la extraña:
- Me pasé un semáforo rojo y 2 segundos después escucho la sirena del patrullero.
- Se me quemó la tortilla por meterme a darme una "duchita rápida".
- Le dije a ese chico divino pero comprometido que es divino.
- Me compré una tele o una mochila apenitas más barata que la de mis sueños y anhelo la otra.
- Me acordé del cumpleaños de alguien que quiero 3 días después.
- No llamé a una prima para su cumpleaños (aunque me lo acordé) porque es insoportable.
- Me propuse cortarla con los dulces y llegué a casa con 2 paquetes de chocolate artesanal.
- Pensé que el solcito de las 6 de la tarde no necesitaba filtro y estoy hecha un camarón.
52 millones de cosas me dijeron!!!